Johnny Depp demanda en los tribunales de Fairfax, en Virginia, a su ex esposa Amber Heard por 50 millones de dólares por un artículo de opinión de 2018 que ella escribió para The Washington Post en el que se describió como una «figura pública que representa el abuso doméstico».
Aunque Depp no fue nombrado en el artículo, el actor afirmó que le costó lucrativos papeles.
Tanto Heard como Depp, quienes se conocieron en 2009 y estuvieron casados entre 2015 y 2016, acusan al otro de actos de violencia física durante su relación.
Entre el drama y la farsa, el juicio de Depp contra Heard se centró recientemente en la multitud de profesionales y personajes que rodean a las celebridades, pintando un retrato de Hollywood en toda su desmesura.
Los acusaciones de violencia doméstica de la actriz, de 36 años, y las negaciones de la estrella, de 58 años, están en el centro de una demanda por difamación de alto perfil que se dilucida desde el 11 de abril en las afueras de Washington.
Después de una avalancha de testimonios, Depp cedió su lugar en el banquillo de los testigos a quienes gravitan a su alrededor: agente, chofer, guardaespaldas y asesor financiero, personajes secundarios que por momentos se robaron el protagonismo en el juicio.
Un guardaespalda al banquillo
La sesión de hoy, la duodécima con declaraciones, comenzó con la subida al estrado de Travis McGivern, uno de los guardaespaldas de Depp, quien relató los momentos que vivió junto a la pareja en el ático del actor en Los Ángeles.
Según McGivern, la relación era como una montaña rusa, un día estaban «supercariñosos» y a la noche siguiente «todo eran gritos».
A medida que avanzaba la relación, esta se iba volviendo «más volátil», agregó el guardaespaldas.
En marzo de 2015, cuando la pareja regresó de su viaje a Australia (muy comentado durante el juicio) fue cuando él notó el mayor cambio.
«En ese momento las discusiones eran constantes, con Heard gritando y vomitando insultos contra Depp», precisó.
Cuando en alguna ocasión intervino para separarlos, Heard convirtió a McGivern en objeto de su ira verbal. «Nunca la vi con ningún tipo de herida», declaró.
También destacó una discusión en la que ambos se gritaban mutuamente y el tono fue subiendo hasta que Heard perdió los estribos. «Ella le lanzó una lata de Red Bull a Depp desde el piso superior y después de arrojarle alguna cosa más, le escupió», detalló.
«Depp estaba enojado y molesto, especialmente después de que ella tratase de escupirle», continuó McGivern.
Y añadió: «Después, cuando Heard y su hermana abandonaron ese ático, Depp subió al último piso, donde las habitaciones se usaban como vestidores, y tiró varios bastidores de ropa y zapatos y -al menos uno de ellos- lo lanzó por las escaleras», recordó.
Ese incidente, que tuvo lugar el 23 de marzo de 2015, aún no había terminado. Cuando Heard y su hermana volvieron al ático, el guardaespaldas sabía que era el momento de sacar a Depp de allí, pero el conflicto no tardó en estallar de nuevo.
McGivern afirmó: «Escuché y vi un puño cerrado tocar al señor Depp en el lado izquierdo de su cara, ese puño era de Heard», disparó.
El actor se quedó en shock y el guardaespaldas aprovechó para llevárselo de allí. Sin embargo, McGivern se llevó un reproche. El actor llevaba gafas, se las bajó, señaló el lado izquierdo de su rostro y dijo «esto es culpa tuya», algo con lo que el experto en seguridad aceptó.
McGivern dejó en claro que en ningún momento durante este incidente, Depp arrojó algo ni respondió físicamente a Heard.
De hecho, el guardaespaldas aseguró: «Jamás vi agresiones físicas por parte de Depp hacia ella durante toda su relación a pesar de que los enfrentamientos eran constantes», concluyó.
El portero que vapea
Alejandro Romero, encargado en un edificio de lujo en Los Ángeles donde vivió la pareja, testificó -por videoconferencia mientras estaba al volante de su automóvil- que no vio ninguna marca en el rostro de Heard después de la discusión final que tuvo con Depp en mayo de 2016.
La actriz compareció poco después en un juzgado, con la cara aparentemente hinchada, para solicitar una orden de protección.
Pero el portero no quería detenerse en sus recuerdos. «Estoy demasiado estresado -agregó fumando un cigarrillo electrónico-. No quiero lidiar más con esto», concluyó y arrancó nuevamente su auto.
«Bueno», respondió la jueza Penney Azcarate. «Esa fue la primera vez, lo siento», añadió visiblemente desconcertada.
El guardaespaldas leal
Malcolm Connolly trabajó para Depp durante 23 años. Con un marcado acento escocés, dio el jueves 28 de abril su apoyo incondicional a su jefe, cuando señaló que Heard «quería llevar los pantalones en esta relación. De hecho fue ella quien inició las discusiones de la pareja», puntualizó.
Preguntado por el consumo de alcohol y drogas del actor, el guardaespaldas insistió: «Depp tenía una tolerancia muy alta a cualquier sustancia».
Y agregó: «Creo que Jack Sparrow estaba más borracho que Johnny Depp», bromeó refiriéndose al famoso personaje del actor en las películas Piratas del Caribe.
Aun así, Connolly sostuvo que nunca vio al actor orinar en un pasillo, como sugirieron los abogados de Heard. «Creo que lo recordaría si hubiera visto el pene del señor Depp», aseguró.
Buscando mostrar su dependencia financiera del actor, los abogados de Heard le preguntaron si había recibido 8.500 dólares en regalos a lo largo de los años. «¡Me dio mucho más que eso!», respondió Connolly sin inmutarse.
El asesor financiero con los cheques enormes
El estilo de vida de Depp, quien fue dueño de 45 autos de lujo, un yate y varias propiedades, incluida una isla, apareció regularmente en los titulares.
De hecho su asesor financiero, Edward White, contó en la corte cómo había buscado enderezar las cuentas de Depp, mientras resolvía los costos del divorcio con Heard en 2017.
«Inicialmente ella buscaba una contraprestación de 4 millones de dólares, pero su demanda aumentaba continuamente», reveló.
Al final, Depp le pagó US$6.8 millones, emitió cheques por US$200 mil en donaciones a su nombre, pagó medio millón a sus abogados y asumió todas las deudas contraídas durante su vida juntos, alrededor de U$13.5 millones.
El agente confidente
Christian Carino era agente y amigo de Depp y Heard, pero ya no habla con ninguno de los dos.
Por video, señaló a la corte que intentó en vano reconciliarlos y leyó los mensajes de texto intercambiados con Heard después de su divorcio.
En un mensaje, la actriz de Aquaman indicó que estaba «triste» por haber roto con su nuevo amante, el multimillonario Elon Musk.
«No estabas enamorada de él y me dijiste mil veces que solo estabas llenando el vacío”, respondió Carino, aconsejándole que dejara de salir con «personas súper famosas».
La psicología de la ropa
El primer día del juicio, Depp vestía un traje gris con una corbata negra decorada con un motivo de abeja.
Al día siguiente, Heard tenía una chaqueta gris, y al día siguiente lucía una corbata con una abeja estampada.
En la corte, Shannon Curry, una psicóloga contratada por los abogados de Depp, consideró que la actriz padecía un «trastorno límite de la personalidad que podría empujarla a imitar a las personas cercanas a ella».